viernes, 31 de julio de 2015

Una mirada a la "Green Collection " en Buenos Aires



 Los destacados de la Green Collection en Buenos Aires.






De los ocho pisos y casi 40,000 m2 proyectados para el 2017 del Museo de la Biblia de Washington,  se encuentran expuestas en el Pabellón de Artes de la Pontificia Universidad Católica Argentina cuarenta y ocho piezas de altísimo valor histórico de la Green Collection, una de las más extensas colecciones privadas de textos bíblicos y artefactos religiosos del mundo. 


Esta exposición, curada por Lance Allred (especialista en escritura cuneiforme) y Stacey Douglas (experto de estudios bíblicos), forma parte de los convenios itinerantes del Museo, dirigido por David Trobisch, y se despedirá el próximo 1 de agosto.

Con entrada libre y gratuita pero sin la suficiente publicidad considerando las características realmente excepcionales de la muestra, se da en el marco de la reunión anual de la Sociedad de Literatura Bíblica y promete no tanto por su abundancia sino por la relevancia de cada uno de los artefactos que encontramos en Alicia Moreau de Justo 1300. 





Probablemente por esta razón, el visitante curioso, expectante y silencioso, no puede evitar respirar tranquilo al dejar atrás las primeras láminas impresas expuestas ordenadamente en el mural que le da la bienvenida al salón acondicionado. Tras el mal trago inicial, se revelan los tesoros, que siguen un ordenamiento primario cronológico y en sentido anti-horario para su recorrido, sugerencia al visitante para entender a la esfera de lo religioso desde sus manifestaciones escritas, subyacente y trascendente al tiempo en sí mismo, a partir de la disposición de los objetos.

Un fragmento de la Epopeya de Gilgamesh en arcilla cocida de alrededor de 3600 años de antigüedad, resulta sobrecogedora. Le siguen fragmentos facsimilares del Rollo del Mar Muerto de la primera centuria A.C; papiros de Oxyrhinchus y Bodmer, bifolios del Codex Climaci Rescriptus y libros de horas y Biblias medievales (todas posteriores al siglo XII, entre las que encontramos versiones de bolsillo en latín vulgar editadas por Gutemberg alrededor de 1454, y la primera versión española, traducida por Casiodoro de Reina en 1569), así como el Nuevo Testamento en las traducciones de Erasmo de Roterdam, Martín Lutero y Gregorio Martin, e impresionantes reproducciones de rollos de Torah de los siglos XVI, XVII, XIX y  XX de origen africano, alemán e israelí. 





Para completar el recorrido, la exposición incluye biblias traducidas para comunidades nativas americanas y otras manifestaciones etíopes del mismo tipo, quedándonos con las ganas de la inclusión de algunos de los objetos que la colección completa posee de América Latina, probablemente más apropiada para esta muestra.

Sin dudas, los destacados de la Green Collectionofrece a jóvenes investigadores, aficionados y público general una excelente oportunidad para acercarse a estos verdaderamente relevantes testimonios de la historia en Buenos Aires. Así es que invitamos a aquellos que aún no han podido ir a aprovechar los últimos días de la muestra y compartir con nosotros sus impresiones.



Dónde? Av. Alicia Moreau de Justo 1300, Pabellón de Artes, UCA.

Hasta cuándo? Sábado 1 de agosto

Horario de visita? De 11 a 19 hs.

Entrada libre y gratuita. No se ofrece estacionamiento para visitantes.  


Belén A. Carreira,
Universidad de Buenos Aires / Equipo de Redaccion 
ETIAM Revista Agustiniana de Pensamiento ISSN 1851-2682

 

martes, 21 de julio de 2015

AGENDA MES AGUSTINIANO: XI Semana Agustiniana de Pensamiento

ORDEN DE SAN AGUSTÍN

 



PROGRAMA




XI Semana Agustiniana de Pensamiento
Orden de San Agustín

« Comunicar la familia »


Lunes 10 de Agosto de 2015.

20:00 Hs. Recepción
Palabras de Bienvenida – Auditorio San Agustín
Subsuelo

R. P. Fray Lic. José Guillermo Medina, OSA
Vicario Regional de la Orden de San Agustín en Argentina y Uruguay

20:10 Hs. Conferencia Inaugural XI SAP – OSA

El matrimonio y la Familia en el pensamiento de San Agustín

Fray Ariel Fessia, OSA

20:45 Hs. Coffee Break
21:00 – 21:30 Hs. Espacio de Dialogo.


Martes 11 de Agosto de 2015.

20:00 Hs. Recepción
20:10 Hs. II Conferencia XI SAP – OSA

« La Familia en el Aula. Aproximaciones a la escucha de los desafíos familiares contemporáneos. »

Equipo de Directivos: Colegio Santa Rita de Montevideo Colegio san Agustín de Buenos Aires, Colegio san Martin de Tours de Buenos Aires

20:45 Hs. Coffee Break
21:00 – 21:30 Hs. Espacio de Dialogo.


Miércoles 12 de Agosto de 2015.

20:00 Hs. Recepción
20:10 Hs. III Conferencia XI SAP – OSA

«Aspectos Doctrinales y su recepción en el ámbito matrimonial y familiar»
P. Pablo Hernando M, OSA - Dr Pablo Caballero UBA - Conicet

20:45 Hs. Coffee Break
21:00 – 21:30 Hs. Espacio de Dialogo.


« Lo que nos hace entender en la familia lo que es verdaderamente la comunicación como descubrimiento y construcción de proximidad es la capacidad de abrazarse, sostenerse, acompañarse, descifrar las miradas y los silencios, reír y llorar juntos, entre personas que no se han elegido y que, sin embargo, son tan importantes las unas para las otras. » Francisco.


Jueves 13 de Agosto de 2015.

20:00 Hs. Recepción
20:10 Hs. II Conferencia XI SAP – OSA

« Realidades Fronterizas y Nuevas realidades familiares.
Una mirada desde la Misión y la Asistencia social. »

Andrea Festa, Servicio Social Agustiniano
Hnas Misioneras Agustinas

20:45 Hs. Coffee Break
21:00 – 21:30 Hs. Espacio de Dialogo.


Viernes 14 de Agosto de 2015.

20:00 Hs. Recepción
20:10 Hs. II Conferencia XI SAP – OSA

« Los aspectos bioéticos en las realidades familiares actuales, una reflexión pastoral. »
Monseñor Ojeda - CEA Comisión de Pastoral Familiar

20:45 Hs. Coffee Break
21:00 – 21:30 Hs. Espacio de Dialogo.

21:30 Hs. Despedida y Anuncio XII SAP -  Brindis.


“En la familia se aprende a pedir permiso sin avasallar. A decir gracias como expresión de una sentida valoración de lo que sentimos. A dominar la agresividad y a pedir perdón cuando hacemos algún daño. Porque en todas las familias hay peleas, pero hay que pedir perdón. Los gestos de sincera cortesía ayudan a construir una cultura de respeto a los que nos rodea” Francisco


Anexo – Documento para la Reflexión.

« Comunicar la familia:
ambiente privilegiado del encuentro en la gratuidad del amor »

El tema de la familia está en el centro de una profunda reflexión eclesial y de un proceso sinodal que prevé dos sínodos, uno extraordinario –apenas celebrado– y otro ordinario, convocado para el próximo mes de octubre. En este contexto, he considerado oportuno que el tema de la próxima Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales tuviera como punto de referencia la familia. En efecto, la familia es el primer lugar donde aprendemos a comunicar. Volver a este momento originario nos puede ayudar, tanto a comunicar de modo más auténtico y humano, como a observar la familia desde un nuevo punto de vista.

Podemos dejarnos inspirar por el episodio evangélico de la visita de María a Isabel (cf. Lc 1,39-56). «En cuanto Isabel oyó el saludo de María, la criatura saltó en su vientre, e Isabel, llena del Espíritu Santo, exclamó a voz en grito: “¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre!”» (vv. 41-42).
Este episodio nos muestra ante todo la comunicación como un diálogo que se entrelaza con el lenguaje del cuerpo. En efecto, la primera respuesta al saludo de María la da el niño saltando gozosamente en el vientre de Isabel. Exultar por la alegría del encuentro es, en cierto sentido, el arquetipo y el símbolo de cualquier otra comunicación que aprendemos incluso antes de venir al mundo. El seno materno que nos acoge es la primera «escuela» de comunicación, hecha de escucha y de contacto corpóreo, donde comenzamos a familiarizarnos con el mundo externo en un ambiente protegido y con el sonido tranquilizador del palpitar del corazón de la mamá. Este encuentro entre dos seres a la vez tan íntimos, aunque todavía tan extraños uno de otro, es un encuentro lleno de promesas, es nuestra primera experiencia de comunicación. Y es una experiencia que nos acomuna a todos, porque todos nosotros hemos nacido de una madre.

Después de llegar al mundo, permanecemos en un «seno», que es la familia. Un seno hecho de personas diversas en relación; la familia es el «lugar donde se aprende a convivir en la diferencia» (Exort. ap. Evangelii gaudium, 66): diferencias de géneros y de generaciones, que comunican antes que nada porque se acogen mutuamente, porque entre ellos existe un vínculo. Y cuanto más amplio es el abanico de estas relaciones y más diversas son las edades, más rico es nuestro ambiente de vida. Es el vínculo el que fundamenta la palabra, que a su vez fortalece el vínculo.

Nosotros no inventamos las palabras: las podemos usar porque las hemos recibido. En la familia se aprende a hablar la lengua materna, es decir, la lengua de nuestros antepasados (cf. 2 M7,25.27). En la familia se percibe que otros nos han precedido, y nos han puesto en condiciones de existir y de poder, también nosotros, generar vida y hacer algo bueno y hermoso. Podemos dar porque hemos recibido, y este círculo virtuoso está en el corazón de la capacidad de la familia de comunicarse y de comunicar; y, más en general, es el paradigma de toda comunicación.

La experiencia del vínculo que nos «precede» hace que la familia sea también el contexto en el que se transmite esa forma fundamental de comunicación que es la oración. Cuando la mamá y el papá acuestan para dormir a sus niños recién nacidos, a menudo los confían a Dios para que vele por ellos; y cuando los niños son un poco más mayores, recitan junto a ellos oraciones simples, recordando con afecto a otras personas: a los abuelos y otros familiares, a los enfermos y los que sufren, a todos aquellos que más necesitan de la ayuda de Dios. Así, la mayor parte de nosotros ha aprendido en la familia la dimensión religiosa de la comunicación, que en el cristianismo está impregnada de amor, el amor de Dios que se nos da y que nosotros ofrecemos a los demás.

Lo que nos hace entender en la familia lo que es verdaderamente la comunicación como descubrimiento y construcción de proximidad es la capacidad de abrazarse, sostenerse, acompañarse, descifrar las miradas y los silencios, reír y llorar juntos, entre personas que no se han elegido y que, sin embargo, son tan importantes las unas para las otras. Reducir las distancias, saliendo los unos al encuentro de los otros y acogiéndose, es motivo de gratitud y alegría: del saludo de María y del salto del niño brota la bendición de Isabel, a la que sigue el bellísimo canto del Magnificat, en el que María alaba el plan de amor de Dios sobre ella y su pueblo. De un «sí» pronunciado con fe, surgen consecuencias que van mucho más allá de nosotros mismos y se expanden por el mundo. «Visitar» comporta abrir las puertas, no encerrarse en uno mismo, salir, ir hacia el otro. También la familia está viva si respira abriéndose más allá de sí misma, y las familias que hacen esto pueden comunicar su mensaje de vida y de comunión, pueden dar consuelo y esperanza a las familias más heridas, y hacer crecer la Iglesia misma, que es familia de familias.

La familia es, más que ningún otro, el lugar en el que, viviendo juntos la cotidianidad, se experimentan los límites propios y ajenos, los pequeños y grandes problemas de la convivencia, del ponerse de acuerdo. No existe la familia perfecta, pero no hay que tener miedo a la imperfección, a la fragilidad, ni siquiera a los conflictos; hay que aprender a afrontarlos de manera constructiva. Por eso, la familia en la que, con los propios límites y pecados, todos se quieren, se convierte en una escuela de perdón. El perdón es una dinámica de comunicación: una comunicación que se desgasta, se rompe y que, mediante el arrepentimiento expresado y acogido, se puede reanudar y acrecentar. Un niño que aprende en la familia a escuchar a los demás, a hablar de modo respetuoso, expresando su propio punto de vista sin negar el de los demás, será un constructor de diálogo y reconciliación en la sociedad.

A propósito de límites y comunicación, tienen mucho que enseñarnos las familias con hijos afectados por una o más discapacidades. El déficit en el movimiento, los sentidos o el intelecto supone siempre una tentación de encerrarse; pero puede convertirse, gracias al amor de los padres, de los hermanos y de otras personas amigas, en un estímulo para abrirse, compartir, comunicar de modo inclusivo; y puede ayudar a la escuela, la parroquia, las asociaciones, a que sean más acogedoras con todos, a que no excluyan a nadie.

Además, en un mundo donde tan a menudo se maldice, se habla mal, se siembra cizaña, se contamina nuestro ambiente humano con las habladurías, la familia puede ser una escuela de comunicación como bendición. Y esto también allí donde parece que prevalece inevitablemente el odio y la violencia, cuando las familias están separadas entre ellas por muros de piedra o por los muros no menos impenetrables del prejuicio y del resentimiento, cuando parece que hay buenas razones para decir «ahora basta»; el único modo para romper la espiral del mal, para testimoniar que el bien es siempre posible, para educar a los hijos en la fraternidad, es en realidad bendecir en lugar de maldecir, visitar en vez de rechazar, acoger en lugar de combatir.

Hoy, los medios de comunicación más modernos, que son irrenunciables sobre todo para los más jóvenes, pueden tanto obstaculizar como ayudar a la comunicación en la familia y entre familias. La pueden obstaculizar si se convierten en un modo de sustraerse a la escucha, de aislarse de la presencia de los otros, de saturar cualquier momento de silencio y de espera, olvidando que «el silencio es parte integrante de la comunicación y sin él no existen palabras con densidad de contenido» (Benedicto XVI,Mensaje para la XLVI Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, 24 enero 2012). La pueden favorecer si ayudan a contar y compartir, a permanecer en contacto con quienes están lejos, a agradecer y a pedir perdón, a hacer posible una y otra vez el encuentro. Redescubriendo cotidianamente este centro vital que es el encuentro, este «inicio vivo», sabremos orientar nuestra relación con las tecnologías, en lugar de ser guiados por ellas. También en este campo, los padres son los primeros educadores. Pero no hay que dejarlos solos; la comunidad cristiana está llamada a ayudarles para vivir en el mundo de la comunicación según los criterios de la dignidad de la persona humana y del bien común.

El desafío que hoy se nos propone es, por tanto, volver a aprender a narrar, no simplemente a producir y consumir información. Esta es la dirección hacia la que nos empujan los potentes y valiosos medios de la comunicación contemporánea. La información es importante pero no basta, porque a menudo simplifica, contrapone las diferencias y las visiones distintas, invitando a ponerse de una u otra parte, en lugar de favorecer una visión de conjunto.
La familia, en conclusión, no es un campo en el que se comunican opiniones, o un terreno en el que se combaten batallas ideológicas, sino un ambiente en el que se aprende a comunicar en la proximidad y un sujeto que comunica, una «comunidad comunicante». Una comunidad que sabe acompañar, festejar y fructificar. En este sentido, es posible restablecer una mirada capaz de reconocer que la familia sigue siendo un gran recurso, y no sólo un problema o una institución en crisis. Los medios de comunicación tienden en ocasiones a presentar la familia como si fuera un modelo abstracto que hay que defender o atacar, en lugar de una realidad concreta que se ha de vivir; o como si fuera una ideología de uno contra la de algún otro, en lugar del espacio donde todos aprendemos lo que significa comunicar en el amor recibido y entregado. Narrar significa más bien comprender que nuestras vidas están entrelazadas en una trama unitaria, que las voces son múltiples y que cada una es insustituible.

La familia más hermosa, protagonista y no problema, es la que sabe comunicar, partiendo del testimonio, la belleza y la riqueza de la relación entre hombre y mujer, y entre padres e hijos. No luchamos para defender el pasado, sino que trabajamos con paciencia y confianza, en todos los ambientes en que vivimos cotidianamente, para construir el futuro.

Vaticano, 23 de enero de 2015
Vigilia de la fiesta de San Francisco de Sales.



 
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La XIªra edición de la Semana Agustiniana de Pensamiento / Agosto 2015 se realiza en:

Auditorio.
San Agustín de Buenos Aires, Parroquia San Agustín.
Av. Las Heras 2560 casi esq. Agüero.

Teléfonos 011-4571-9498 // 011-4802-5942

Referencias Geográficas:
Ciudad Autónoma de Buenos Aires – Barrio: Recoleta
Puntos de Orientación: Frente a la Embajada de Paraguay, el Museo del Libro y la Biblioteca Nacional de Argentina.
Transporte Público: 37, 60, 110, 108, 59, 95, 118, 128, y otros.


Organiza:

Equipo de Espiritualidad y Cultura del Vicariato “San Alonso de Orozco” – Orden de san Agustín en Argentina y Uruguay

Con el apoyo de
Biblioteca Agustiniana de Buenos Aires "San Alonso de Orozco"
Orden de San Agustín
Av. Nazca 3909 / 3939,  C1419DFC Buenos Aires, Argentina
54 - 011- 4571-9498

http://sanagustin.org/word/Biblioteca/
www.investigacionagustiniana.blogspot.com

Correo de Contacto: biblioteca@sanagustin.org  / bibcisao@gmail.com

Página Oficial en Facebook: https://www.facebook.com/bibliotecaagustinianadebuenosaires




Homenaje al Dr. Francisco García Bazan - Academia Nacional de Ciencias

VI    JORNADAS DE FILOSOFÍA E HISTORIA DE LAS RELIGIONES
                 
DIVERSIDAD UNA: PROTOCATÓLICOS, JUDEOCRISTIANOS Y GNÓSTICOS
                                           
7 al 9 Octubre de 2015





                 La Sección de Filosofía e Historia de las Religiones del Centro de Estudios Filosóficos Eugenio Pucciarelli de la Academia Nacional de Ciencias de Buenos Aires, tiene el agrado de invitar a Usted a las VI  Jornadas de Filosofía e Historia de las Religiones en celebración de los 75 años del Dr. Francisco García Bazán. El tema que se desarrollará será el siguiente: “Diversidad una: protocatólicos, judeocristianos y gnósticos”. Las mismas se realizarán en la sede de Av. Alvear 1711 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires del 7 al 9 de Octubre de 2015.

Fundamentación:


Las VI Jornadas de la Sección de Filosofía e Historia de las Religiones, tratarán de investigar el proceso que llevó de la "diversidad una", que yace en el fondo de las enseñanzas de los grupos cristianos arcaicos, a la "unidad diversa" que ha prevalecido en la construcción de la norma de la verdad, el cuerpo canónico de las Escrituras y la organización eclesial romana. Dentro del desarrollo de esta actitud ha aparecido la integración de la filosofía de matriz helénica en el pensamiento cristiano. En paralelo con este marco teórico se pueden ilustrar otros movimientos de pensamientos paralelos. 

 Mayores Informes :



Comité Organizador:
Dr. Juan Carlos Alby
Dra. Patricia Andrea Ciner

Prof. Juan Bautista García Bazán